Frenar para avanzar
- Lucas Torrez
- 4 abr 2024
- 2 Min. de lectura
En un mundo donde se naturalizan diferentes pensamientos, emociones y acciones,
necesitamos ser conscientes en el tiempo en que vivimos. Distintos mensajes se
ven como ciertos sin cuestionarlos. Vivimos en un contexto en que ir rápido tiene
connotaciones positivas. No importan las consecuencias posteriores, solo el
acelerar procesos. Mientras más rápido, menos veremos los detalles. Mientras más
detalles se acumulen, más velocidad necesitaremos para continuar sin verlos.
Distracciones, actividades, pueden aparecer con el fin de sostenernos con ritmo en
la carrera. Olvidando que no decidir es también una elección. Vacíos cada vez más
profundos, fruto de decisiones que priorizan el momento por sobre lo eterno.
El problema de esta dinámica son las heridas que causan. El aumento de la
ansiedad y depresión en esta generación es alarmante, personas que solo siguen
sin saber porqué lo hacen. Es saliendo de ese ritmo, cuando entendemos que esta
carrera no es de velocidad, es de resistencia. No se trata de ir rápido sino de
perseverancia en el camino. ¿Cómo mantenernos firmes? Al finalizar el año y al
iniciar otro es importante hacer balances en nuestra vida. Separar en la agenda un
tiempo para poner en practica esta herramienta puede ser beneficioso. Pensar en
cuáles fueron los aspectos que funcionaron, cuáles otros no y entender el motivo,
termina dando claridad. Detenernos a registrar puede parecer algo que nos retrase,
sin embargo es una elección que nos puede ahorrar tiempo. No podemos
encontrar soluciones si no vemos el problema. Allí podremos observar que los
tiempos de Dios tal vez sean distintos a nuestra planificación. Nuestros proyectos tal
vez no esten alineados a los suyos. Si vemos esto ¿Estaremos dispuestos a
dejarnos guiar por Él?
Puedes hacer todos los planes que quieras, pero el propósito del Señor prevalecerá.
Proverbios 19:21 NTV
Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas. Proverbios 3:5-6 NVI
Enfrentamos desafíos como hijos de Dios, de los que hoy hablo son silenciosos y
requieren que tomemos una elección. De aquellos que pueden existir sin darnos
cuenta. Hablo de permanecer sensibles al Espíritu aun cuando nuestro entorno
menosprecie esta decisión. De ordenar prioridades y ser sabios aun cuando esto no
sea popular. De poner limites para cuidar lo valioso. De frenar, para avanzar.
Reflexionemos en cómo lo estamos haciendo para dejar de dar golpes al aire, sin
sentido. Para salir del modo automático y tomar el volante. El que corre sin parar no
siempre es el que gana la carrera.
Así que tengan cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios.
Saquen el mayor provecho de cada oportunidad en estos días malos. No actúen sin
pensar, más bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan. Efesios
5:15-17 NTV
Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera
sabiduría. Salmo 90:12 NVI
Más se puede esperar de un necio que de quien habla sin pensar. Proverbios 29:20
DHH
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